Ya pasó algún tiempo desde que lo conocí. ¿Por qué digo “lo” ?, dirán ustedes ¡Porque fue el primero y porque fue amor a primera vista!

Un día, como tantos, me sumerjo en el azul profundo y me dejo llevar por la misma consigna de siempre: Aquí estoy, ¡sorpréndeme!

Y sucedió que me llamó la atención una especie de jardín con muchas conchas de diferentes formas y colores, piedrecitas de todos los tamaños, juntas y amontonadas estratégicamente sobre algo. No era la única confundida o sorprendida, todos los peces que iban y venían también lo estaban. Me sentía observada, pero a su vez me atraía lo desconocido. Había pasado un largo rato cuando me di cuenta de que una mirada me penetraba. Entonces, de golpe, esa bola loca de cachivaches se sacudió y como en un pase de magia apareció en todo su esplendor y haciendo su gran acto de escapismo. Tomó coraje, y como un relámpago salió nadando a toda velocidad. Me quedé perpleja, acababa de conocer al Señor Pulpo. ¡Él y su actuación me habían enamorado! Apenas entré en su mundo, me di cuenta de que este animal era diferente, que me generaba muchas ganas de conocerlo y de conocer su vida en el azul profundo. Fueron breves e intensos minutos de conectar con algo más que con un animal, fue el saber que tendría por delante mucho aprendizaje.

Hoy en día tengo varios amigos pulpos. Sí, así como lo escuchan, somos amigos. Y en cada buceo paso a visitarlos en sus casitas con el hermoso jardín que tienen frente a ellas. Ganarse su confianza no es tarea fácil. Para lograrlo, paso cada día y permanezco delante de ellos un buen tiempo para que la desconfianza se disipe. Uno de sus primeros pasos para ese acercamiento es asomarse un poco, pero dejando sus ventosas dentro de la cueva, como una señal de protección frente a una posible situación inesperada. Al transcurrir los días se genera un hábito que nos lleva a ambos a un vínculo. Hoy en día, extiendo mi mano y ellos hacen lo mismo, haciendo contacto con sus tentáculos. ¡¡¡Es nuestro saludo!!! Qué sensación tan placentera, como si saludaras a un amigo y le estrecharas la mano al verlo. Ambos respirando bajo el agua y unidos en un saludo, es una secuencia mágica que no se puede explicar con palabras. Cuando tienes esa conexión con un animal no hay mejor sentimiento en el mundo. ¡Realmente es alucinante!

¿Que les parece si conocemos más de nuestros amigos los Pulpos, de su comportamiento y de sus curiosidades?

Los pulpos son animales muy inteligentes, capaces de resolver problemas complejos, discriminar mediante un condicionamiento clásico y aprender utilizando la observación. A pesar de no ser especialmente longevos y de tener un estilo de vida solitario, son capaces de aprender y mostrar su capacidad cognitiva adoptando diferentes conductas dependiendo del estímulo. Se ha demostrado que se puede trabajar el aprendizaje con ellos utilizando recompensas positivas y consecuencias negativas.

Los pulpos aplican una presión significativamente distinta cuando se disponen a manipular distintos utensilios, presas o, por el contrario, actúan de forma defensiva ante los depredadores. Se ha demostrado que retienen las presas, como es el caso de los peces, con mucha mayor intensidad que cuando manipulan las herramientas que pueden utilizar para su protección y reconocen y diferencian sus propios tentáculos amputados de los de otros miembros de su misma especie. Según uno de los estudios consultados, el 94% de los pulpos no se comía sus propios tentáculos, sino que los transportaba hacia su refugio utilizando su pico.

Son capaces de transportar materiales para elaborar sus propios refugios, aunque tengan dificultad de movimiento y puedan poner en riesgo temporalmente su supervivencia. De este modo, tienen la oportunidad de subsistir más tiempo. También pueden imitar especies de su entorno que son venenosas como una forma más de supervivencia. Estos comportamientos son posibles debido a su capacidad de memoria a largo plazo, el aprendizaje y su memoria refleja defensiva. En estas conductas, la serotonina, una sustancia neurotransmisora que influye en el estado de ánimo, las emociones y los estados depresivos en un gran abanico de animales, tiene un papel muy importante. Es por esta razón que «La declaración de Cambridge sobre la conciencia» incluye al pulpo como un animal capaz de tener conciencia de sí mismo.

A continuación, les contaré algunas curiosidades y características físicas sobre los pulpos:

  • Los pulpos pueden caminar, nadar y agarrarse a cualquier superficie gracias a sus potentes y fuertes ventosas. Para ello necesitan tres corazones (o puntos de bombeo), uno que trabaja exclusivamente en sus cabezas y dos que bombean sangre al resto del cuerpo.
  • Pueden modificar su aspecto físico, al igual que hacen los camaleones, así como su textura, en función del entorno o de los depredadores presentes.
  • Son capaces de regenerar sus tentáculos si éstos son amputados.
  • Los brazos del pulpo son extremadamente flexibles y tienen infinidad de movimientos. Para asegurar su correcto control, se mueven mediante patrones estereotipados que reducen su libertad y permiten un mayor dominio del cuerpo.
  • Su visión es daltónica, es decir, tiene dificultad para discriminar matices rojos, verdes y en ocasiones el azul.
  • Los pulpos tienen alrededor de 500 millones de neuronas, al igual que las que posee un perro y seis veces más que un ratón.
  • Cada uno de sus tentáculos poseen alrededor de 40 millones de receptores químicos, por lo que se considera que cada uno, de forma individual, es un gran órgano sensorial.
  • Al carecer de huesos, el pulpo utiliza los músculos como estructura principal del cuerpo, mediante la rigidez y las contracciones de los mismos. Es una estrategia de control motor.
  • Existe una relación entre los receptores olfativos del cerebro del pulpo y su sistema reproductivo. Son capaces de identificar los elementos químicos producidos por otros pulpos, incluso a través de sus ventosas.
  • Los pulpos son animales semélparos, es decir, generalmente, se reproducen solo una vez y luego mueren. Después de poner sus huevos, la hembra no los abandonará para cuidarlos y oxigenarlos, dejando de comer. En muchas ocasiones, este comportamiento ocasionará su muerte.

Existen más de 300 especies de pulpos alrededor del mundo. Aquí en Eivissa el más popular es Octopus vulgaris. Se pueden observar en casi todas las inmersiones, sobre todo cuando sabemos identificar las evidentes señales de su presencia: las entradas de sus madrigueras son muy características ya que acumulan restos de conchas y piedras marinas. En cuanto a su conservación, aunque sus poblaciones no corren peligro, existen ciertas restricciones y controles en su capturas.

Otra especie bastante conocida es Octopus macropus. Se encuentra en la lista de especies protegidas de Baleares, revisada por el Servicio de Protección de Especies del Govern en 2015. Es una especie muy apreciada por los submarinistas y común durante las inmersiones nocturnas ya que salen a cazar al ponerse el sol.

Por último, les comparto algunas reflexiones del buzo Craig Foster, quien protagonizó el documental ganador de un Óscar “The Octopus Teacher”.

Craig Foster estaba buceando, con el torso desnudo, en aguas extremadamente frías en el extremo sur de África cuando la vio: un pulpo escondido bajo un manto de conchas y piedras. Encantado, comenzó a seguir a esta criatura increíblemente tímida, tratando de demostrar que no era un depredador, quedándose muy quieto en su presencia. Durante semanas ella lo evadió: escondiéndose en su guarida, camuflándose o empujando su cuerpo líquido hacia la grieta más cercana para escapar. Después de 26 días de cortejo casi obsesivo, lo alcanzó y lo tocó.

“A lo largo de los años, otros animales se han acercado para hacer contacto, incluidas nutrias, ballenas, chipirones e incluso tiburones. Han elegido venir a mí y hacer ese contacto, mostrando un momento de confianza y vulnerabilidad. Pero nada se ha comparado con mi vínculo único en la vida con el pulpo”, dice Foster.

“Tu propio papel y lugar en el mundo natural es singularmente el regalo más preciado que se nos ha dado”, reflexiona el buceador. Foster también dice que la mejor lección es que los seres humanos son parte del mundo natural que nos rodea y no simplemente visitantes.

Por eso …

Observa los océanos, fija tu mirada en el mar, siéntelo, respira… ellos nos proporcionan la mitad del oxígeno que respiramos… donde las leyendas cobran vida y la realidad se convierte en fábula. Desconocidos mundos, desconocidas historias, solo custodiadas por un furioso e indefenso mar.

Referencias:

  • Wikipedia
  • com
  • Documental My Octopus Teacher
  • Diario de Ibiza
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